lunes, 2 de mayo de 2011

El lenguaje...

He pensado, tras releer algunos de los artículos aquí reproducidos, que el lenguaje ambiguo de los mismos puede hacernos un mal servicio a la hora de CONDENAR ROTUNDAMENTE los abusos hacia nuestras comunidades de Lesbianas, Gays, Trans y demás raras y raros, incorfomistas sexuales e identitarios. Una vez reconocido mi dolor sobre el tono distante, poco serio, poco profundo, y sin autoridad teórica con la que se manejan los crímenes contra nosotres en los medios nacionales, consideré acertada la reproducción pura y simple de la "noticia" para ganar contexto sobre la sociedad que nos alberga, muy a su pesar.

El crimen de odio, tipificado, investigado y dentro de los parámetros que permite la misma sociedad que los produce, es al menos reconocido como un crimen de carácteres específicos en otras latitudes. Aquí, por ahora, no pasa de ser un problema aislado, que le afecta a unos otros molestosos, por no decir, un problema social enterrado bajo miles de otros problemas que el patriarcado capitalista considera prioritarios... Problemas que ese mismo patriarcado capitalista ha creado. Sin embargo, este tipo de crimen es sobre todo, un síntoma más de la descomposición de la humanidad promovida por los poderes fácticos del orden establecido. No es un problema más, ni una suma de casos aislados. Es la suma del odio fabricado en la cultura patriarcal, machista, misógina, homofóbica, lesbofóbica, clasista... cultura impuesta por un sistema que se vigila, que protege su supervivencia mediante las agresiones a todo lo que subvierta su orden pervertido.

El lenguaje, pues, en estos artículos, y el contenido ideológico que basa ese lenguaje, no es más que otra vigilancia, otra forma de perpetuar la violencia. Refiramonos a la carcomida etiqueta del "crimen pasional" que oculta y protege el feminicidio. Ahora, dicha etiqueta, también ocultará el crimen de odio homofóbico.

La respuesta es verlos. Ver el lenguaje que usan. Ver lo que no nombran. Ver más allá de lo que el periodista, por ignorancia militante, no quiere ver o no puede ver. Y a partir de ello, desde este humilde blog, sumarnos a una reflexión, a un intercambio de ideas que nos permita ganar un lenguaje propio con el cual nombrar los problemas de esta sociedad, en especial, este problema que nos acosa. Un lenguaje que nos permitan, sin dejar lugar a dudas, denunciar el odio del heteropatriarcado y nombrarlo culpable. Culpable es quien nos odia y el sistema que crea esos individuos. No nosotres.

Nosotres merecemos vivir con dignidad. Y viviremos. El chantaje del crimen de odio está vigente. "Obedece, sométete, no seas esa rareza subversiva que eres, o ya verás lo que te pasa". A lo que se suma "pues ha muerto... una persona rara... y fue por pasión... y es su problema". Ese chantaje del odio y esa insensatez del que no lo denuncia, sino que apenas lo sugiere, no nos volverá al clóset a quienes estamos afuera. Nosotres, quienes estamos afuera, luchamos para vivir en dignidad y repito, viviremos. Quienes no han tenido sino que sucumbir al terror, al heterrorsexismo, y prefieren ocultarse, no tendrán nada que temer en el mundo que ayudemos a crear, que estamos creando desde ahora, con valentía, con dignidad, con amor por nosotres mismes.

Crear comunidad con amor, sobre todo, con amor por nosotres mismos, es el camino para vivir en paz. Adelante!

Paola.


1 comentario:

  1. Tenemos que denunciar los acosos homofobicos por aqui comenzamos a visibilizar el problema, esos comentarios mal sanos por aqui empieza la violencia hacia nosotros, luego los golpes y luego la vida... muchas veces no llegan los golpes y nos quitan la vida. unamonos todos necesitamos estar unidos para tener fuerza.

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